miércoles, 27 de agosto de 2008

*No dirás falso testimonio, ni mentirás

8º mandamiento; “No dirás falso testimonio, ni mentirás”
El octavo mandamiento prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo. Este precepto moral deriva de la vocación del pueblo santo a ser testigo de su Dios, que es y quiere la verdad.
- ¿He dicho mentiras? ¿He reparado el daño que haya podido seguirse? ¿Miento habitualmente en cosas de poca importancia?
- ¿He descubierto sin causa justificada , defectos graves de otra persona, aunque sean ciertos, pero no conocidos?
- ¿He reparado el mal hablando bien de esa persona ?
- ¿He calumniado atribuyendo a los demás lo que no era verdadero? ¿He reparado el daño o estoy dispuesto a hacerlo?
- ¿He dejado de defender al prójimo difamado o calumniado, pudiendo hacerlo?
- ¿He hecho juicios temerarios contra el prójimo? ¿Los he comunicado a otras personas ? ¿He rectificado ese juicio inexacto?
- ¿He revelado secretos importantes de otros, descubriéndolos sin justa causa? ¿EL reparado el daño seguido?
- ¿He hablado mal de otros por frivolidad, envidia o por dejarme llevar del mal genio?
- ¿He hablado mal de los demás -personas o instituciones- con el único fundamento de: “Me contaron, se dice. .”Es decir ¿He cooperado de esta manera a la calumnia y murmuración?
- ¿Tengo en cuenta que las discrepancias políticas, profesionales o ideológicas no deben ofuscarme hasta el extremo de juzgar o hablar mal del prójimo, y que esas diferencias no me autorizan a descubrir defectos morales a menos que lo exija el bien común?
- ¿He revelado secretos sin justa causa? ¿He hecho uso en provecho personal de lo que sabía por silencio de oficio? ¿He reparado el año que cause con mi acción?
- ¿He abierto o leído correspondencia u otros escritos que por su modo de estar conservados, se desprende que sus dueños no quieren dar a conocer?
- ¿He escuchado conversaciones contra la voluntad de los que las mantenían?

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