miércoles, 27 de agosto de 2008

* Honrrarás a tu padre y a tu madre.

4º mandamiento: “Honrarás a tu padre y a tu madre”
“El cuarto mandamiento se dirige expresamente a los hijos en sus relaciones con sus padres, porque esta relación es la más universal. Se refiere también a las relaciones de parentesco con los miembros del grupo familiar. Exige que se dé honor, afecto y reconocimiento a los abuelos y antepasados. Finalmente se extiende a los deberes de los alumnos respecto a los maestros, de los empleados respecto de sus patronos, de los subordinados respecto a sus jefes, de los ciudadanos respecto a su patria”.
Este mandamiento implica y sobreentiende los deberes de los padres, tutores, maestros, magistrados, gobernantes, de todos los que ejercen una autoridad sobre otros o sobre una comunidad de personas.
Si eres hijo, puedes preguntarte:
- ¿He desobedecido a mis padres o superiores en cosas importantes?
- ¿Tengo un desordenado afán de independencia que me lleva a recibir mal las indicaciones de mis padres simplemente porque me lo mandan? ¿Me doy cuenta que esta reacción está ocasionada por la soberbia?
- ¿Los he entristecido con mi conducta?
- ¿Los he amenazado o maltratado de palabra o de obra, o les he deseado algún mal grave o leve?
- ¿Me he sentido responsable ante mis padres del esfuerzo que hacen para que yo me forma, estudiando con intensidad?
- ¿He dejado de ayudarles en sus necesidades espirituales o materiales?
- ¿Me dejo llevar del mal genio y me enfado con frecuencia sin motivo justificado?
- ¿Soy egoísta con las cosas que tengo y me duele dejarlas a los demás hermanos?
- ¿He reñido con mis hermanos?
- ¿He dejado de hablarme con ellos y no pongo los medios necesarios para la reconciliación?
- ¿Soy envidioso doliéndome si destacan más que yo en algún aspecto?
- ¿He dado mal ejemplo a mis hermanos?
Como padres, también tenemos unas obligaciones, ¿cómo las vivimos?
(Nuestra situación o cargo, nos hace responsables del ejemplo que somos para nuestros inferiores)
- ¿Desobedezco a mis superiores en cosas importantes?
-¿Permanezco indiferente ante las necesidades, problemas, sufrimientos, etc., de la gente que me rodea, singularmente de los que están cerca de mí por razones de convivencia, trabajo, etc.?
- ¿Soy causa de tristeza para mis compañeros de trabajo por negligencia, descortesía, mal carácter, etc.?
- ¿He dado mal ejemplo a mis hijos no cumpliendo con mis deberes religiosos, familiares o profesionales? ¿Los he entristecido con mi conducta?

- ¿Los he corregido con firmeza en sus defectos o se los he dejado pasar por comodidad? ¿Corrijo siempre a mis hijos con justicia y por amor a ellos o me dejo llevar por motivos egoístas o de vanidad personal, porque me molestan, porque me dejan mal ante los demás, porque me interrumpen, etc.?.
- ¿Les he amenazado o maltratado d palabra o de obra, o les he deseado algún mal grave o leve?
- ¿He descuidado mi obligación de ayudarles a cumplir sus deberes religiosos, de evitar las malas compañías, etc.?
- ¿He abusado de mi autoridad y ascendiente forzándoles a recibir los sacramentos, sin pensar que por vergüenza o excusa humana, podrán hacerlo sin las debidas disposiciones?
- ¿He impedido que mis hijos sigan la vocación con que Dios les llama a su servicio o les he puesto obstáculos o les he aconsejado mal?
- ¿Me preocupo de un modo constante de su formación en el aspecto religioso?
- Al orientarles en su formación profesional,¿me he guiado por razones objetivas de capacidad de medios, etc. O he seguido más bien los dictados de mi vanidad o egoísmo?
- ¿Me he opuesto a su matrimonio sin causa razonable?.
- ¿Soy prudente a la hora de orientar sus diversiones?
- ¿He tolerado escándalos o peligros morales o físicos entre las personas que viven en mi casa?
- ¿Sacrifico mis gustos, caprichos, diversiones, etc., para cumplir con mi deber de dedicación a mi familia?


- ¿Procuro hacerme amigo de mis hijos? ¿He sabido crear un clima de familiaridad evitando la desconfianza y los modos que impiden la legitima
libertad de los hijos?
- ¿Evito conflictos con los hijos quitando importancia a pequeñeces que se superan con un poco de perspectiva y de sentido del humor?
- ¿Hago lo posible por vencer la rutina en el carió a mi consorte?
- ¿Soy amable con los extraños y me falta esa caridad en la vida familiar?
- ¿He reñido con mi consorte? ¿Ha habido malos tratos de palabra oí de obra?
- ¿He fortalecido la autoridad de mi cónyuge, evitando reprenderle, contradecirle o discutirle delante de los hijos?
- ¿Le he desobedecido o injuriado? ¿He dado con ello mal ejemplo?
- ¿Me quejo delante de la familia de la carga que suponen las obligaciones domésticas?
- ¿He dejado demasiado tiempo solo a mi consorte?
- ¿He procurado avivar la fe en la providencia y ganar lo suficiente para poder tener o educar a los hijos?
- ¿Pudiendo hacerlo he dejado de ayudar a mis parientes o amigos en sus necesidades espirituales o materiales?
RESUMIENDO:
Si eres Hijo: ¿Has respetado, obedecido, cuidado y alimentado a tus padres?.
Si eres Padre: ¿Has enseñado a tus hijos las verdades fundamentales de nuestra fe? ¿Los educas y corriges como es debido? ¿O acaso les das mal ejemplo con tu modo de hablar, con tu modo de proceder?
Si estas casado: ¿Eres fiel, cariñoso, moral, paciente, como cónyuge auténticamente cristiano?
Si eres superior: ¿Mandas como debes y lo que debes y tratas con caridad y justicia a tus subordinados?
Si eres inferior: ¿Respetas y obedeces a tus superiores con la fidelidad debida?
Si eres empleado u obrero: patrono, tutor, médico, maestro, juez, abogado, policía, sacerdote, religioso, etc. ¿Cumples con justicia las obligaciones de tu cargo.

No hay comentarios: